
La sexualidad forma parte de la vida de todas las personas sea cual sea su condición y características. Esta fue una de las premisas sobre las que se inició el taller "Dudas sobre sexualidad y discapacidad" impartido, en el marco del VIII Congreso Nacional de Enfermedades Raras, por la psicóloga y sexóloga Natalia Rubio. En dicho foro se dejó claro que al igual que sucede con el resto de personas, la sexualidad de las personas con enfermedades raras puede y debe educarse.
Esa educación debe basarse en una serie de objetivos, como trabajar y conocer el propio cuerpo humano y sus diferentes partes; que cada uno se acepte tal y como es, dando prioridad a sus cualidades; conocer, identificar y diferenciar el entorno seguro del inseguro; enseñar a manejar el cuerpo (criterio de intimidad); establecer y conocer las normas sociales para una buena convivencia; y trabajar las relaciones interpersonales y controlar las muestras de afecto.
Los asistentes a dicho taller, que estuvo moderado por María Marín, participaron exponiendo sus experiencias con hijos y familiares afectados con una enfermedad rara. Los temas sobre los que más cuestiones o dudas surgieron fueron los relacionados a cómo los padres o profesionales deben enfrentarse para explicar o dar respuesta a interrogantes tan frecuentes y cotidianos como de dónde vienen los niños, cuando se puede tener novio…
Por último, en el taller se dio una máxima importancia a la necesidad de tener y disfrutar de un espacio de intimidad, a quién, cuándo y cómo debemos exponer nuestro cuerpo desnudo…
Como conclusiones del taller se destacaron los objetivos de la Educación Sexual: conocerse (sexuación), aceptarse uno mismo (sexualidad) y satisfacción (erótica).
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